Las trayectorias de reducción de emisiones de los países a nivel global están todavía muy lejos de alcanzar el objetivo del Acuerdo de París, que es el de mantener el aumento de la temperatura media mundial muy por debajo de 2 ºC con respecto a los niveles preindustriales, y proseguir los esfuerzos para limitar ese aumento de la temperatura a 1,5 ºC con respecto a los niveles preindustriales. Al presente existe una enorme brecha entre lo que requiere el planeta con relación a la reducción de emisiones y la acción climática de los países, en particular de los países desarrollados.

Todas las estimaciones indican que solo nos quedan unos pocos años, posiblemente una década, antes de que superemos el presupuesto global de carbono para alcanzar los 1,5 °C. Por otra parte, un incremento de temperatura más allá de 1,5ºC puede ser catastrófico para la humanidad y la Madre Tierra. Las actuales promesas de los países desarrollados no son suficientes para alcanzar el objetivo del Acuerdo de París y más bien llevarán al mundo a un incremento de temperatura entre 3°C a 5°C mucho antes de fin del presente siglo.

El sistema económico actual hereda los errores del pasado, particularmente en cuanto permite la continuidad de un modelo civilizatorio desarrollista basado en un crecimiento sin fin sin ninguna razón de ser puesto en un mundo de recursos y límites finitos. Es esta falta de coherencia con la realidad la que está condenando a nuestra casa común, nuestra Madre Tierra, a una sexta extinción masiva, condenando a una gran parte de la humanidad a su desaparición para promover los intereses de los países desarrollados y sus corporaciones transnacionales.

Para avanzar en el objetivo de mantener el límite de temperatura por debajo de 1.5oC los países desarrollados imponen la visión de que todos los países logren emisiones “netas ceras” para el 2050. Hacia este objetivo, los países desarrollados que tienen la mayor responsabilidad histórica se ponen objetivos similares a los países en desarrollo y continúan consumiendo el presupuesto de carbono que corresponde a los países en desarrollo. Además, imponer a todos los países una responsabilidad de igual magnitud es contrario a la Convención y al Acuerdo de París porque va en contra de los principios de equidad y responsabilidades comunes pero diferenciadas.

Por ello, el gobierno de Bolivia denuncia que la promesa de los países desarrollados de alcanzar emisiones «netas cero» para el 2050 es una falacia que debe ser desenmascarada en la medida en que se omite tomar las medidas urgentes que la situación requiere. Por lo tanto, debemos reconocer que la década actual es decisiva si queremos detener el colapso climático y, por lo tanto, no puede abordarse con promesas de los países desarrollados que se cumplirán treinta años después, cuando será demasiado tarde, una tendencia que representa una enorme irresponsabilidad. y la posición suicida con la vida en el planeta.

El Pacto Climático de Glasgow y el colonialismo del carbono

El gobierno del Estado Plurinacional de Bolivia denuncia que el Pacto Climático de Glasgow aprobado en la COP26 de Glasgow-Reino Unido en 2021 ha iniciado un intento de introducir en el mundo lo que llamamos “colonialismo del carbono”, basado en la reinterpretación de la Convención y del Acuerdo de París.

Esta reinterpretación se basa en lo que llamamos una nueva fase del colonialismo en el mundo, porque lejos de significar ambición climática, el objetivo de emisiones «netas cero” al 2050 está siendo utilizada por la mayoría de los países desarrollados y corporaciones transnacionales contaminantes para evadir su responsabilidad y disfrazar su inacción climática, además se está creando una narrativa donde los responsables de la crisis climática son los países en desarrollo, y se está avanzando en estructuras financieras que entramparán a los países en desarrollo en mayor deuda y estructuras de dependencia tecnológica que crearán nuevas dependencias de los países en desarrollo hacia los países desarrollados.

Visión de justicia climática con equidad y responsabilidades comunes pero diferenciadas

No es justo ni equitativo que los países desarrollados para limitar el aumento de temperatura quieran imponer a los países en desarrollo una responsabilidad de igual magnitud, que refleja una contradicción y una gran injusticia y es contrario a los principios de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC).

Limitar el aumento de temperatura a 1,5°C-2°C requiere compartir el presupuesto global de carbono existente restante de manera equitativa entre los países, teniendo en cuenta por lo menos las responsabilidades en las emisiones históricas y presentes, la igualdad en términos de emisiones per cápita, la capacidad financiera y tecnológica de los países implementar acciones de mitigación y adaptación, y también el inexcusable derecho de los países a un desarrollo integral para Vivir Bien en nuestra casa común que es nuestra Madre Tierra. Los países desarrollados ya no pueden seguir usurpando el presupuesto de carbono restante que por equidad y responsabilidades comunes pero diferenciadas corresponde a los países en desarrollo.

Además, estamos ante una situación totalmente injusta para los países en desarrollo porque éstos deben ampliar rápidamente sus esfuerzos hacia energía renovable y realizar mayores inversiones en adaptación y daños y pérdidas provocadas por el cambio climático, todo esto en un contexto donde no existe provisión de financiamiento y otros medios de implementación de los países en desarrollo hacia los países desarrollados.

Acciones nacionales en mitigación climática

En este contexto internacional, Bolivia también ha asumido compromisos en la Contribución Nacionalmente Determinada (CND) 2021-2030 de reducir las emisiones de carbono a la atmósfera, contribuyendo así a la integridad de la Madre Tierra. En particular se han realizado compromisos para reducir la deforestación forestal y los incendios forestales, y una transición importante hacia el uso de fuentes de energía renovables. Esto supone fortalecer las capacidades de seguimiento, control, e inversiones, entre otras, por parte del nivel central de gobierno, entidades territoriales autónomas, organizaciones sociales y la sociedad civil de Bolivia.

  • Mitigación contra el colonialismo de carbono.
  • Mitigación climática y justicia climática.
  • Mitigación en el ámbito nacional: cumplimiento de compromisos contenidos en la CND de Bolivia 2021-2030.
  • ¿Cómo visibilizar y detener el nuevo colonialismo de carbono?
  • ¿Cuáles son los elementos centrales para avanzar en un proceso de mitigación climática con justicia climática?
  • ¿Cómo fortalecer las acciones del país (gobierno y sociedad civil) para avanzar en los compromisos de mitigación contenidos en las CND de Bolivia 2021-2030?
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